si lo quieres respetuoso, sélo tu;
si le quieres veraz, no mientas;
si le deseas formal, no engañes ni faltes jamas a tu palabra;
si le quieres sencillo y noble, no seas enrevesado, artificioso ni doble.
Si le quieres activo, asóciale al trabajo y sé tu con él eficaz maestro y buen modelo.
Si le quieres pudoroso y honrado, sé tú modelo de pudor y
honradez;
si le quieres virtuoso, incúlcale la verdad, el deber y la dignidad con tu conducta intachable;
si le quieres virtuoso, incúlcale la verdad, el deber y la dignidad con tu conducta intachable;
si le quieres amoroso influye con tu amor en su
corazón;
si quieres que sea de la familia, haz que tus hijos vivan en familia,
viviendo tú con ellos;
si le quieres inteligente, únete a su trabajo
intelectual y por nada le prives de sus clases, habla con los maestros y
procede de acuerdo con ellos.
Finalmente, si tú quieres que tu hijo sea tuyo, edúcale
tú, por ti o por medio de la ayuda de personas de confianza.
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